Javier Bauluz hizo una foto en septiembre del 2000 en la que aparecían dos turistas tomando el sol en una playa de Tarifa. A escasos metros de ellos se podía ver el cuerpo sin vida de un inmigrante que había intentado cruzar el estrecho de Gibraltaren patera.

Quince años después de esa foto, una nueva inmagen conmueve al mundo. Es la de Aylan, el niño sirio ahogado en una playa de Turquía.

Estas son otras conmovedoras e impactantes imágenes que, junto a la de Aylan, deberían impulsar una reacción ciudadana contra el drama que supone la crisis migratoria de Europa.

1// DIRECCIÓN A ESPAÑA

En el 2004, Juan Medina, quien trabajaba para un medio local de las islas Canarias, tomó esta impactante fotografía de dos inmigrantes de África subsahariana siendo salvados en plena noche. La embarcación en la viajaban volcó justo cuando la Guardia Civil se acercó para remolcarlos hasta la costa.

Nueve personas se ahogaron al no poder ser encontradas en la oscuridad. Medina fotografió a dos de los 29 supervivientes, lo cual le valió el premio World Press Photo del 2005.

2/ EL GOLF Y LA VALLA

Más reciente es esta fotografía tomada el año pasado en Melilla. Las altas vallas que separan el enclave español con Marruecos fotografiadas desde un campo de golf mientras varios inmigrantes intentan saltar a Espaañ. El autor es José Palazón, un activista por los derechos de los inmigrantes y fue difundida por eldiario.es.

La imagen, que ganó el premio Ortega y Gasset, ha dado la vuelta al mundo, denunciando la opulencia de algunas regiones en comparación con la situación de pobreza de otros. Vallas y el aumento de los agentes de seguridad son algunas de las medidas que están tomando países como Macedonia, Hungría y Bulgaria.

3 / TURISTAS AL RESCATE

Las Canarias ha sido durante muchos años el lugar de destino de decenas de miles de inmigrantes a lo largo de los años. Partiendo desde Marruecos, Mauritania o el Senegal, las pateras deben atravesar parte del Atlántico. El estado en el que llegan, si lo consiguen, es hambrientos, sedientos y deshidratados, en estado de hipotermia.

En la fotografía tomada por Arturo Rodríguez en Tenerife, son dos turistas extranjeras las primeras en socorrer a un niño. En el 2007 su autor ganó un premio World Press Photo.

4 / EL ABRAZO

Grecia es una de las puertas de entrada por mar de los refugiados que se dirigen a Europa. Los traficantes de personas se aprovechan de la desesperación de esta gente que huye de la guerra y les suben a embarcaciones poco seguras, muchas de las cuales no logran tomar tierra.

En esta imagen, Sandra Tsiligeridu se fotografió abrazando tiernamente a un náufrago sirio para que entrara en calor. Lo rescató mientras navegaba con unos amigos por las idílicas islas griegas. Él cayó al agua intentando recuperar los remos de la embarcación que tripulaba junto con su familia. Pasó casi un día entero en el agua y hubiera muerto de no ser por estos turistas quienes también le ayudaron a reunirse con su esposa e hijos.

5 / LÁGRIMAS DE SAL

"El dolor de un país entero reflejado en la cara de un padre". Esto es lo que logró capturar Daniel Etter, fotógrafo alemán afincado en Barcelona, en esta imagen. Laith Majid, de origen sirio, abraza a sus hijos mientras llora al llegar a la isla de Kos tras varias horas de odisea. El miedo, la alegría y el alivio se muestran en su rostro. Viajaba en una lancha neumática hinchable que perdía aire y se deshinchaba. No dejaba de entrar agua.

6 / UNA LLAMADA EN LA NOCHE

El fotógrafo John Stanmeyer capturó esta escena en Djibouti de un grupo de inmigrantes buscando señales en una playa para intentar contactar con sus familias y comunicarles que habían llegado con vida. El autor, que ganó el premio World Press Photo del año pasado, asegura que tras su experiencia en el golfo de Adén se cuestiona el significado de ser humano: "Estamos en una encrucijada de nuestra humanidad colectiva", aseguró. Miles de refugiados compran tarjetas de móviles en el mercado negro y los cuales usan para llamar a sus familias y para orientarse durante su viaje por Europa.

7 / UNA AUTÉNTICA ODISEA

Para aquellos que no sean capaces de imaginarse en qué condiciones atraviesan el mar los inmigrantes, esta imagen es un claro ejemplo. Massimo Sestini la tomó desde un helicóptero de la marina italiana en el 2014, al inicio de la crisis migratoria. Los tripulantes miran arriba y piden socorro. Llevaban cinco días perdidos en el mar, pero fueron rescatados con éxito. No era la primera vez que hacía una fotografía parecida a esta, pero por esta se llevó el premio World Press Photo.

La cantidad de personas que van a bordo de estas embarcaciones causa que un solo naufragio pueda costarle la vida a varias decenas de personas.

8 / UN PAÍS DESIERTO

El polvo es lo único que queda en este desolado lugar en la frontera siria con Turquía. Según Murad Sezer de la agencia Reuters antes vivían multitud de familias. Ahora solo queda una cuna.

La guerra y la violencia del Estado Islámico ha provocado una huída masiva de ciudadanos en Siria. Muchas aldeas y pequeñas poblaciones han quedado deshabitadas. "Si hubiera algo de esperanza en este país, sus habitantes no marcharían", expresó el autor de la foto.

9 / TERRITORIO HOSTIL

Huyen de la violencia y son recibidos con violencia. Esto ocurrió en Macedonia el pasado mes de agosto cuando el país cerró las fronteras y los inmigrantes se vieron obligados a pasar la noche en tierra de nadie. A la mañana siguiente se encontraron con una multitud de policías que respondía a cualquier movimiento con golpes o disparando gases lacrimógenos.

El fotógrafo Darko Vojinovic capturó la desesperación de este joven padre protegiendo a su hijo.

10 / UN MAR SIN PIEDAD

En abril de este año, un velero de madera tripulado por sirios y eritreos se estrelló en las rocas mientras intentaba llegar a la isla griega de Rodas. Un sargento del Ejército griego, Antonis Deligiorgis, que estaba con su esposa en el paseo marítimo se zambulló en el agua y rescató sin ayuda a 20 de los 93 personas que había a bordo. Wegasi Nebiat, de 24 años, fue una de ellas. En la foto se la ve siendo llevada a la orilla por Deligiorgis, a la izquierda de la imagen. Otra mujer a quien salvó estaba embaraza y aseguró que llamaría a su hijo como el sargento.

11 / PADRE CORAJE

Las familias son las grandes víctimas de esta crisis migratoria. Han sido miles las imágenes de niños que hemos visto cruzar vallas junto a sus familias, llorando frente a policías o militares, subiendo a trenes abarrotados y participando en manifestaciones, subidos a los brazos de sus padres. Pero en sus países lo que pasan no es mejor.

Esta fotografía que se volvió viral en las redes sociales muestra a un refugiado libanés vendiendo bolígrafos para mantener a su familia. Carga con su hija y llora a la vez. Quién tomó la fotografía y la subió a Twitter, el islandés Gissur Simonarson, inició una campaña de 'crowdfunding' para ayudarle. Con casi 200.000 euros recaudados, Abdul Halim Attar, el nombre de este hombre, ha iniciado un fondo destinado a la educación de los niños en Siria y espera poder pronto a su ciudad natal, Beirut.

En la misma situación de Attar se encuentran otras miles de familias y, tal y como ellos mismos apuntan, la única solución a la crisis migratoria está en sus países de origen.