Zaha Hadid (Bagdad, 1950) fue la primera mujer en ser galardonada con el Premio Pritzker de arquitectura, el más prestigioso de esta disciplina. También fue la persona más joven en lograrlo, tenía 53 años. Este miércoles Google la homenajea con un 'doodle' por este hito, ya que hoy que se cumplen 13 años desde que recibiera el galardón (2004). La creadora iraquí, que falleció el 31 de marzo del 2016 repentinamente en Miami (EEUU) a los 65 años, fue la única integrante femenina del pelotón de arquitectos estrella que levantaron edificios icónicos antes de la crisis.

Árabe nacionalizada británica, con fama de carácter difícil, consiguió, a base de tenacidad y talento, llegar al olimpo de la arquitectura de élite, un mundo básicamente masculino. Así pues, está considerada la mejor arquitecta del mundo, con permiso de la otra laureada con el Nobel de la arquitectura Kazuyo Sejima.

JOHN WALTON

Detalle del Centro Acuático construido para los Juegos Olímpicos de Londres del 2012.

Hadid se educó en Londres y estudió en la Architectural Association, donde fue alumna de Reem Koolhaas, arquitecto holandés también galardonado con el Pritzker ta solo cuatro años antes que ella. La creadora iraquí abrió su propio estudio en Londres en 1979 y fue catedrática en varias universidades de todo el mundo. Durante su vida, compatibilizó la práctica de la arquitectura con la investigación y la docencia.

Se la consideraba la reina del movimiento deconstructivista, una corriente que apuesta por la visión global de todos los campos del diseño, desde la estructura del edificio hasta la decoración interior. Diseñó interiores, muebles, levantó museos, teatros, bibliotecas, edificios para empresas o deportivos, pasando por estaciones de bomberos, estaciones de ferrocarril y tranvía o puentes.

También se la consideraba más teórica que constructora, en parte debido a su extremo vanguardismo y originalidad que muchas veces creaban dudas sobre lo arriesgado de sus construcciones y lo elevado de su coste. Innovadora por naturaleza, lo suyo era la fluidez, las formas orgánicas y las líneas sensuales. Y al igual que su admirado Oscar Niemeyer despreciaba la línea recta y apostaba por las estructuras aparentemente líquidas. Flujos de movimiento que conseguía con la superposición de planos, una de sus señas de identidad.

Entre sus trabajos destacan el Centro Acuático de los Juegos Olímpicos de Londres y el proyecto del Puente habitable sobre el Río Támesis, también en la capital inglesa; la estación de Bomberos Vitra (Weil am Rhein) y el Centro BMW de Leipzig, ambos en Alemania; el Museo de Artes Islámicas de Doha, en Qatar, y el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal, de Cincinnati (EEUU).

Además del premio Pritzker, Hadid contaba con otras numerosas condecoraciones, como elpremio Mies van der Rohe, la Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects y la Orden del Imperio Británico.