Juan Miguel Martínez, el 'ex' de Karina, está resultando ser el desengrasante de 'Supervivientes'. Y no solo porque pierda kilos por minutos, sino porque ha puesto en el centro del debate isleño sus genitales, siempre dispuestos a salir de su minibañador. "Un palmo y tres dedos", aseguró a una patidifusa Alba Carrillo. "Estoy impresionada", admitió Leticia Sabater, experta en salchipapas y en extracción de datos. Los 23 centímetros del estilista le hacen entrar en el dudoso 'hit parade' encabezado por Pipi Estrada, el conde Lecquio y Álvaro Muñoz Escassi.

El de Castellón, con esa pinta de Super Mario después de zamparse a Gérard Depardieu, ha vuelto a librarse esta semana de la expulsión. Seguramente, por dar un giro cómico a una edición con derivadas dramáticas: el ictus de María Teresa Campos tras la partida de Bigote, la madre de Carrillo haciendo de Medea en los platós o las heridas afectivas de Gloria Camila Ortega. Según los analistas de 'Cazamariposas', Juan Miguel domina la forma de ordeñar este tipo de formato. Si en 'Hotel Glam' ideó un romance con Yurena y una posterior pelea con la mamá de esta, Margarita Seisdedos; en 'GH: El reencuentro' se echó al coleto la victoria con su estilo de chiringuito. "Su baza es hacer el ridículo -dicen los analistas-, de ahí su empeño en pasar por debajo de un tronco cuando ya había acabado la prueba o en hablar de sus partes bajas".

KARINO ES UN MISTERIO

Pero, ¿cómo es en realidad Juan Miguel o Karino, como le conocen en Castellón? Un misterio. La facción crítica está encabezada por Dinio García, 'ex' de la finada Marujita Díaz. No solo se hicieron compinches en 'Hotel Glam', sino que el cubano salió un par de meses con Rocío, la hija que el peluquero tuvo con Karina. "Es el teatrero de esta edición", proclama su 'exyerno', quien no desaprovecha la ocasión para airear que le debe un dinero.

Con Karina, sin embargo, la tempestad ha amainado desde que nació Iker, el nieto de ambos. Antes hubo tira y afloja de acusaciones. Que si ella era "una mala madre", que si él nunca la quiso y le intentó "arrebatar a la niña". En realidad, fue un matrimonio raro desde el principio. Por el evidente perfil queer del peluquero -Dinio asegura que le va todo- y por el rito balinés de su casorio en un viaje a Tahití patrocinado por 'Lecturas'.

Durante los años que vinieron después, Juan Miguel ha salido airoso de un sinfín de tribulaciones. De un cáncer en el 2013. Del incendio que calcinó su salón de belleza en el 2016. Del desplome del edificio contiguo a su finca por las lluvias que cayeron en Levante ese mismo año (él dormía y la pared de su cuarto se desprendió). Pero no pierde las ganas de salir en la tele, sea estrenando una canción ('Karina, Karina, Karina') en un programa de cotilleos, sea liderando el espacio de la Teve 4 de Castellón titulado oportunamente 'De la raíz a las puntas'. Mientras su tripa va de baja, su estrategia bufonesca parece que le encara a la final.