Había inquietud por saber qué le pasaba al cantante británico Robbie Williams, después de que suspendiera varios conciertos el pasado mes septiembre "por motivos de enfermedad". Tres meses después de su ausencia, el intérprete, de 43 años, ha desvelado al diario británico 'The Sun' los verdaderos motivos que le llevaron a cancelar sus actuaciones. Esuvo una semana ingresado en cuidados intensivos después de que le detectaran unas "anomalías en el cerebro" y lo que en un primer momento parecía una hemorragia.

"Mi brazo izquierdo se entumeció y no dejaba de babear por un lado de boca. Tenía dolor de cabeza y problemas para respirar", ha confesado el músico sobre los momentos que vivió en el 'backstage' de su concierto del 2 de septiembre en Zúrich. "Me hicieron análisis, y varios escáneres y encontraron algunas anomalías, incluido algo en mi cerebro que parecía sangre. Eso, obviamente, me dio mucho miedo, así que me ingresaron".

El músico, casado desde hace siete años con Ayda Field y padre de dos hijos, Teddy y Charlie, voló a Los Ángeles, donde ha estado dos meses recuperándose. "Me dijeron que no hiciera nada estresante, solo dormir y cuidarme". En febrero retomará sus actuaciones en Nueva Zelanda y Australia.