Mary-Kate y Ashley Olsen pasaron de ser niñas prodigio de la televisión y el cine a convertirse en diseñadoras y empresarias de éxito. Todo eran elogios para las famosas gemelas hasta que en agosto del 2015 un total de 185 becarios denunciaron a su empresa por explotación laboral. Ahora las hermanas han llegado a un acuerdo y deberán pagar unos 133.000 euros.

Los demandantes trabajaban confeccionando ropa para su firma The Row, y denunciaron que sus jornadas eran de más de 50 horas a la semana en una empresa cuyo valor se estima en 296 millones de euros. Una de las demandantes, Shahista Lalani ha contado que una vez llegó a trabajar tantas horas cargando gabardinas que pesaban más de 20 kilos que fue hospitalizada por deshidratación.

La denuncia señalaba que los becarios realizaban el mismo trabajo que sus compañeros contratados, invirtiendo 50 horas metiendo datos en las hojas de cálculo, haciendo recados personales para los trabajadores pagados, haciendo fotocopias, cosiendo, cortando patrones, entre otras tareas. Así que reclamaban cobrar el salario mínimo y las horas extras.

Un año después, las mediáticas empresarias han decidido pagar para "evitar las incertidumbres de un litigio", han comunicado sus abogados. Según los documentos presentados en la Corte Suprema de Manhattan, se llegó a a este pacto después de "prolongadas negociaciones entre las partes y sus consejeros". En el momento de la denuncia, la compañía negó los hechos y se mostró confiada en que la acusación sería desestimada.