Expertos internacionales se reunirán en Santiago de Chile para elaborar a un informe pericial sobre las causas de la muerte de Pablo Neruda, sobre la que siempre ha planeado la sospecha de que fue envenenado en 1973 en una acción orquestada por el ejército golpista. Las dudas se cimentan en las declaraciones del asistente personal y chofer del poeta y premio Nobel que en el 2011 afrimó que su muerte se debió a una misteriosa inyección que le fue suministrada poco antes de su marcha a México, tras el golpe de Estado, donde pensaba exiliarse para unirse a la oposición del general Pinochet pocos días después del golpe de Estado contra el socialista Salvador Allende.

Exhumación de los restos del poeta chileno en 2013

Especialistas de Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Chile y España se citarán a mediados de octubre en la capital chilena para estudiar los últimos exámenes realizados y redactar un informe que dirigirán al juez Mario Carrosa, encargado de la investigación, a fin de cerrar finalmente el procedimiento iniciado hace cuatro años.

EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS

Los restos de Neruda, fallecido en una clínica de Santiago, fueron exhumados en el 2013 para la investigación de los hechos y devueltos a la tierra en el 2016 sin que el misterio haya sido completamente resuelto. En mayo de 2014, un equipo de investigadores españoles reveló la presencia masiva de bacterias, estafilococos aureos, que quizá fueron inoculados por agentes de la dictadura. Cuatro laboratorios, de Estados Unidos, España, Noruega y Dinamarca, recibieron el encargo de analizar el ADN de estas bacterias.

Según el certificado de la muerte elaborado por la junta militar entonces en el poder, el poeta murió a los 69 años a consecuencia de un cáncer de próstata. Pero esta versión fue puesta en duda con las declaraciones de su asistente que en el 2013 aseguró que el autor de ‘Residencia en la Tierra’ había sido asesinado.

Las sospechosas propiciaron una investigación judicial en la que se han recabaron más testimonios que vinieron a sembrar dudas sobre el final del poeta. Además, la muerte en la misma clínica del expresidente Eduardo Frei, ingresado por una operación rutinaria, sobre el que también se cierne la sospecha de envenenamiento, ha reforzado la tesis del asesinato.