Hollywood empieza a repudiar en masa a Woody Allen. El joven actor Thimotée Chalamet secundó la iniciativa de su compañera Rebecca Hall y también donará el salario recibido por su participación en la última película del director neoyorquino, A rainy day in New York, a tres organizaciones benéficas, entre ellas el fondo de defensa legal Time is up, un movimiento contra el acoso sexual creado por actrices y productoras de Hollywood. «Quiero merecer estar junto a los valientes artistas que están luchando por que toda la gente sea tratada con el respeto y la dignidad que merecen», afirmó Chalamet en Instagram.

Después de los escándalos sexuales de Harvey Weinstein o de Kevin Spacey, es ahora Woody Allen el que se precipita en caída libre. La decisión de Chalamet (nominado a un Globo de Oro al mejor actor por su trabajo en Call me by your name) se añade a la mesa redonda que organizó Oprah Winfrey en la CBS y en la que, rodeada de alguna de las mujeres que lanzaron la plataforma Time is up (entre ellas Reese Witherspon, Shonda Rhimes y Natalie Portman), lanzó la letal pregunta: «¿Ya se ha acabado el tiempo de Woody Allen?». A lo que Portman respondió, mientras sus compañeras de mesa asentían con la cabeza: «Yo te creo, Dylan Farrow».

La protagonista de Cisne negro se refería a la hija adoptiva de Woody Allen y Mia Farrow, que ha acusado en los últimos años al realizador de haberla sometido a abusos sexuales cuando era niña. De hecho, Farrow volvió a reafirmarse en sus acusaciones en una entrevista televisiva asegurando con rotundidad: «Soy creíble y digo la verdad». En un avance de la entrevista, que se emite hoy en el programa CBS This morning, la joven, que ahora tiene 32 años, considera importante que «la gente se dé cuenta de que una sola víctima, un acusador, importa y es suficiente para cambiar las cosas».

ARREPENTIMIENTO

Casi cuatro años después de que publicara una carta abierta en The New Yok Times en la que relataba los abusos sufridos por parte de su padre, Farrow se ha unido al movimiento Time is up para sacar a la luz este tipo de hechos. La acusación de Dylan Farrow salió originalmente a la luz en 1992, en medio de la tormentosa separación del actor y director y su pareja, Mia Farrow, quien ganó en los tribunales la custodia de sus hijos. Allen, que entonces tenía más de 50 años, había iniciado en esa misma época una relación con otra hija adoptiva de Farrow, Soon-Yi Previn, que tenía 19 años y con la que finalmente se casó en 1997. Esas acusaciones fueron rechazadas por Allen, que siempre ha negado haber abusado de su hija. En las últimas fechas, numerosas actrices han asegurado que se arrepienten de haber trabajado con Allen o que, directamente, se negarían a hacerlo: Ellen Page, Greta Gerwig, Mira Sorvino, Susan Sarandon, Jessica Chastain, Patricia Arquette...

El actor Alec Baldwin es uno de los pocos que parece dispuesto a apoyar al cineasta. «Renunciar a Allen es injusto y triste», aseguró el actor en la cuenta de su fundación en Twitter. El intérprete criticó que resurjan las acusaciones de abuso sexual contra el director y señaló que ese tipo de alegaciones «deberían ser tratadas con cuidado». «¿Es posible apoyar a los supervivientes de la pedofilia y de abusos y acosos sexuales y, al mismo tiempo, creer que Woody Allen es inocente? Así lo creo», aseguro.