El futbolista argentino Alejandro 'Lulo' Benítez, delantero del Club Central Larroque (Entre Ríos, Argentina), ha abandonado su carrera futbolística con 30 años para salvar la vida a su sobrino Milo. El pequeño nació con una obstrucción de los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula. La única solución posible para salvarle la vida era un trasplante de hígado y Benítez no dudó en donarle una parte del suyo.

La madre de Milo, Natalia Benítez, hermana melliza de Lulo, no pudo ser la donante, ya que había sufrido una operación de corazón que hubiera puesto en peligro su salud. De ahí, que la mejor opción fuera el jugador. "Cuando me lo dijeron, no lo dudé. Tenía claro que debería abandonar el fútbol, pero no me importó. Es más, jamás me arrepentiré de lo que he hecho", aseguró al futbolista argentino, tras ser sometido a la operación.

EL TRANSPLANTE, TODO UN ÉXITO

El trasplante fue un éxito. Duró siete horas para Lulo, y 12 para Milo. Ahora, ambos se están recuperando. El ya exfutbolista fue dado de alta hace pocos días y volvió a Larroque convertido en un héroe, mientras que su sobrino evoluciona favorablemente, tal y como indican medios argentinos.