La duquesa de Montoro está triste. Como ha manifestado en su Instagram, ha tenido que decir adiós para siempre a una de sus mascotas más carismáticas y queridas. Su cerdo, Bacon, ha muerto. Una pérdida que le ha llenado de dolor porque adoptó al animal cuando era pequeño y lo ha visto crecer hasta alcanzar grandes dimensiones. Ella misma ya lo advirtió: "¡Los minicerdos no existen! Son una leyenda".

"Baconcito, mi niño nos ha dejado. Hoy es un día muy, muy triste para mí”, ha escrito la duquesa de Montoro emocionada y demostrando su vena más sensible. Ya el pasado febrero avisó de que su cerdo padecía una neumonía, pero no parecía que la dolencia fuese tan grave.

El amor de Eugenia Martínez de Irujo lo heredó directamente de su madre, la duquesa de Alba. No entiende su vida sin los perros y es una defensora de la adopción antes que la compra. El último can que ha incorporado a la familia se llama Chocolate. Y Eugenia tiene también a otro cerdo vivo, una hembra llamada Pepa