Fuegos artificiales, luces, sirenas y ambiente festivo. Algo bastante habitual un 4 de julio en Estados Unidos, día de la fiesta nacional en el que los estadounidenses celebran la independencia del país. Aunque para Brandon Thompson este 4 de julio no fue una fiesta cualquiera. Las luces y sirenas que vio por la ventana de su casa en Muskogee (Oklahoma) fueron las de la policía, que se personó para llevárselo preso por las seis órdenes judiciales que pesan sobre él, según informa la cadena de televisión local Oklahoma's Own.

Brandon Thompson, acusado de tenencia ilícita de armas, posesión de sustancias ilegales o no haberse personado en el juzgado, entre otros delitos, no opuso resistencia a los agentes de la autoridad. Aunque, una vez esposado y antes de subirse al coche patrulla que lo llevaría a la cárcel del condado, este estadounidense de 35 años decidió aprovechar el poco tiempo en libertad del que disponía. "¿Puedo pedirle matrimonio a mi novia?", le preguntó al policía que lo acababa de esposar. "¿Que quieres hacer qué", le pregunta a su vez el agente, según ha explicado el propio Thompson a la CNN.

Ya sea contagiados por el espíritu festivo del 4 de julio o porque Thompson, que además ese día cumplía años, les dio pena, los policías decidieron acceder a su último deseo, aunque no le quitaron las esposas. Las propias cámaras de la policia de Muskogee captaron el momento en el que Brandon, con el cigarrillo aún en la boca, se arrodilló y, con el anillo que le había traído su madre, le pregunta a su novia, Leandria Keith: "Te quiero. ¿Quieres ser mi mujer?". El "sí" de Leandria tiene ya más de 13.000 reproducciones en la página de Facebook de la policía local de esta pequeña ciudad de Oklahoma.