Más de 500 millones de personas la han visto bailar en el videoclip de la canción 'Blurred Lines' (líneas borrosas), de Robert Thicke, en Youtube. Un vídeo con dos versiones: comercial y explícita. Por aquel entonces, la modelo y actriz británica Emily Ratajkowski (Londres, Reino Unido, 7 de junio de 1991) tenía 21 años y saltó a la fama mundial. Un papel que al principio rechazó porque le parecía "bastante loco". Ella era la protagonista de un videoclip en el que bailaban varias modelos sin camiseta, mostrando sus senos descubiertos -en la versión sin censurar-. De ahí, al estrellato y a ser nombrada 'mujer del año' para la revista 'Esquire' en el 2013 por delante de la actriz Jennifer Lawrence.

Ratajkowski, que debutó en televisión en la serie juvenil 'iCarly', se lanzó al mundo de la moda cuando tenía 14 años. "Mis padres no querían a una joven modelo estrella", explicó en el 2013 en una entrevista a la revista 'Rolling Stones'. También pasó por la universidad de UCLA, en la que estudió bellas artes y arquitectura durante un año. En la misma entrevista, la británica ambicionaba "romper barreras como modelo". Desde sus inicios, Ratajkowski ha sido una voz disidente dentro del mundo de la moda. Además, ella apunta que también es una modelo poco convencional: no muy alta (1,70) y con unos pechos más voluminosos que los que normalmente desfilan por las pasarelas.

Este fue el motivo por el que la semana pasada, a raíz de una entrevista en la edición australiana de la revista ‘Harper’s Bazaar’, copó la primera línea mediática. Y es que Ratajkowski denunciaba en la publicación que tener los pechos grandes le resta trabajo. La que fuera nombrada ‘mujer más sexi del mundo’ en el 2014 por la revista ‘GQ’ habla sin tapujos sobre su experiencia profesional: "Me dicen: 'Oh, eres demasiado sexi'. Esto se vuelve en mi contra porque la gente no quiere trabajar conmigo debido a que mis pechos son demasiado grandes”.

MODELO POCO CONVENCIONAL

Ratajkowski es una voz reivindicativa en pro de los derechos de la mujer en un entorno siempre en el punto de mira como es la moda. "Es como una cosa contra la mujer… ¿Qué pasa con los pechos? Es un atributo femenino hermoso. ¿Por qué debería ser un problema?", expone en 'Harper’s Bazaar'. No es la primera vez que los pechos de la modelo británica, que mantiene una relación desde el 2014 con el músico y productor Jeff Magid, son motivo de polémica. Ella misma publicó en Twitter una imagen suya en bikini de cuando tenía 14 años para desmentir las habladurías de algunos que decían que se los había operado.

Activa en las redes sociales, Ratajkowski también ha estado en el punto de mira por su delgadez y por prácticas como el 'ab crack'. Ella es una de las modelos que promueven este ejercicio que consiste en convertir la musculatura abdominal en dos porciones separadas por una hendidura continua, que surge del centro del pecho y acaba en el ombligo. Una práctica alarmante que fomenta la anorexia, alertan los expertos.

La británica, criada en California (EEUU), se ha mostrado contundente en ocasiones sobre los derechos de la mujer y su relación con la moda. Ratajkowski considera que "no tener complejos con una misma y ser feminista no son cosas excluyentes". Así, en el 2016 publicó un artículo en el portal 'Lenny' en el que denunciaba el pensamiento socialmente establecido de que "ser 'sexual' es ser inútil, porque ser sexy significa jugar al deseo del hombre". "Incluso si ser ‘sexualizado’ por la mirada de la sociedad es degradante, debe haber un espacio donde las mujeres todavía pueden ser ‘sexuales’ cuando eligen serlo", escribía.

En este sentido, hace un año protagonizó una polémica foto junto a su amiga Kim Kardashian con un mensaje parecido: "Por más sexuales que sean nuestros cuerpos, necesitamos tener la libertad como mujeres para elegir cuándo y cómo expresamos nuestra sexualidad".

En el mismo artículo en 'Lenny', Ratajkowski explicaba que lo más complicado de su adolescencia fue "el mundo fuera de la moda", concretamente en su entorno más cercano. Ratajkowski concluye que "la vida no puede ser dictada por las percepciones de los otros, y ojalá el mundo me hubiera dejado claro que la reacción de la gente a mi sexualidad no eran mis problemas, sino los suyos".