Poco importa el polvo del desierto. El Festival de Coachella que se celebra en Indio (California) se ha convertido en el lugar en el que numerosos famosos transforman en una pasarela para mostrar su lado más indie. El festival de música que ha arrancado este pasado fin de semana con Lady Gaga como plato fuerte ha sido también un ir y venir de celebridades.

Uno de los 'looks' más comentados ha sido el de la cantante Rihanna. La de Barbados ha sido criticada en las redes por enfundarse en una especie de malla brillante combinada con un pantalón tejano corto y una camiseta blanca. En realidad se trataba de una de las propuestas del diseñador Alessandro Michele para Gucci. "Parece una bola de discoteca", ha sido uno de los comentarios a su atuendo, que ella misma se ha encargado de mostrar en las redes sociales con una pose atrevida.

En otra ocasión ha lucido unas botas blancas y ropa vaquera.

Coachella ha sido también el lugar elegido por Selena Gómez para confirmarle al mundo que su pareja, a día de hoy, es el cantante The Weeknd (Abel Tesfaye), después de sus románticas escapadas a la Toscana y Venecia.

Entre un mar de 'bloggers' e 'influencers' -y sin olvidar un tipo que robó, antes de ser pillado por la poli, un centenar de móviles- también ha pasado por Coachella una incondicional de este festival, la modelo Alessandra Ambrosio.

Paris Hilton también se ha paseado en plan 'hippie' por Coachella, de la mano de su novio Chris Zylka.

Otra de las que se ha dejado ver es Katy Perry. Su exnovio Orlando Bloom también ha estado en Coachella, aunque con otro soltero de oro, Leonardo DiCaprio, con gorra, bermudas y camiseta blanca y cubriéndose la cara mientras bailaba.

Una de las muchas modelos de la fiesta, Romee Strijd, se quejaba al final de la noche las botas que llevaba "no estaban hechas para caminar". Quizá las zapatillas que ha diseñado Katy Perry fueran otra opción.