as redes sociales son un nido de comentarios donde a veces es difícil discernir lo personal de lo profesional, un lugar de encuentro donde la falta de barreras puede ensalzar a una persona con elogios o tratar de hundirla con críticas sin fundamentar. Es aquí donde la presentadora y youtuber Carolina Iglesias, @percebesygrelos, reivindica lo positivo, el feedback de unas redes sociales que no solo le han ayudado a tener diferentes trabajos, sino que le aportan momentos mágicos, como llenar un teatro con Esti (Soy una pringada) y abrazar a quienes se animan a desvirtualizarlas. "Cuando cuento que estoy contenta y la gente se alegra, me parece super emocionante".

Por eso, la queja pública de esta semana es un grito a la positividad en las redes. "Desde que subí mi primer vídeo he recibido comentarios por mi físico y por ser mujer, o con condescendencia porque quería dedicarme a la comedia", decía. Lejos de acabar con sus ánimos, Carolina se crece: "Voy a conseguir todo lo que me proponga".

¿Son más las críticas o hacen más ruido que los elogios?

En mi universo, la gente que me sigue es muy luminosa, gente que valora las cosas, que hace comentarios constructivos. Pero cuando los comentarios son de gente que no me conoce, suelen ser más despectivos. Pasa por ejemplo cuando aparezco en un canal al que no suele ir, en este caso el de Ilustres, donde no trabajo pero me invitaron. Por eso mi queja, porque esto es lo que pasa con todas las tías. Cuando aparece una tía, la gente va a machete. Y la gente que tiene más odio es la gente que más comenta. Luego hay gente que tiene cosas positivas, pero hay más ganas muchas veces de decir cosas malas que cosas buenas. Quien odia, odia muy fuerte y hace ruido. No es que sean más.

Decías en otro tuit que no te afectaban estos insultos.

No me afecta personalmente pero sí pienso que tienen que tener muchas carencias dentro para tener que estar proyectando esto. Un compañero me dijo que había algunos que copiaban el mismo comentario en cada intervención de chicas en diferentes programas. No es una representación de los hombres, es una representación de una parte de la sociedad. Y de repente me gusta verlo porque en mis círculos no es así. Cuando me dicen que con el feminismo ya estaría, pues es que todavía no. Me doy mucha cuenta cuando estoy con mis amigos, estos problemas no son nunca de una magnitud tan grande, puedes equivocarte o lo que sea pero no recibes estas cosas. Es un golpe de realidad y de darme cuenta de que hay mucho trabajo por hacer.

¿Y cómo consigues obviar esta parte negativa de las redes?

No me afecta de manera personal, pero me frustra. Muchas veces tengo que desconectar. Llegaba a la psicóloga diciendo que la sociedad era muy machista, y aprendes que tienes que relativizar porque esto va a ser igual hoy y mañana. Y hacerte cargo de cosas de las que te puedes hacer cargo, porque no puedes estar a todas las cosas. No veo tan necesario mostrar mi opinión en las redes todo el rato. Dar una opinión supone una trascendencia importante, que puede influir en la gente, y eso me preocupa porque quiero que la gente tenga sus propias opiniones.

No me afecta recibir comentarios sobre mi físico, me afecta cuando algo me hace pensar que igual sí estoy equivocada. No tengo la verdad absoluta. Estamos en un mundo de hombres. La comedia, y el entretenimiento en general, es un mundo de hombres. Y me pasa igual que cuando quería jugar al fútbol en el patio del colegio, que tienes que demostrar que eres buena para poder jugar. Eso siendo tío no pasaba, era una cosa que tengo marcadísima. Estaba muy frustrada porque me gustaba mucho jugar al fútbol, y no era mala, pero no era suficiente.

Es la sensación de tener que demostrar el doble constantemente.

Muchas veces el elogio lo hacen como algo positivo, pero no se dan cuenta de que esto era una cosa que tenías tú en tu cabeza, que has supuesto que yo no sabía jugar al fútbol, y que no te ha sorprendido que el resto de tus compañeros sí supieran. Pero esto es un proceso que tenemos que pasar todos, soy la primera que puede tener un pensamiento machista de este estilo. Es una labor de cada uno, de deconstruirnos y darnos cuenta, reaccionar y poner solución. Y ya está, no pasa nada. La cosa es querer aprender y darte cuenta de cómo la sociedad te ha influido hasta pensar eso.

Luego, después de todas estas críticas, haces 'Que vuelva Fotolog' en un teatro con gente que te conoce de las redes e imagino que se te olvidan.

Para mí las redes siempre serán cosas positivas. Que cuatro energúmenos decidan insultarme no me echa abajo. Me hacían bullying en el colegio, que un señor detrás de un avatar me diga cosas me da absolutamente igual. Estoy preparada mentalmente para eso. También me motiva. Ver que alguien le pica que yo me dedique a esto me motiva para más. Llevo años deseando hacer esto y preparándome para hacer esto. Trabajo un montón. Si me hubieran regalado algo, tendría que agachar la cabeza, pero trabajo y me esfuerzo mogollón. Si me están pasando cosas es porque he trabajado muchísimo, así que ese tipo de críticas me dan igual. Y dentro de unos años espero mejorar todavía más. Si hasta para decirme que soy graciosa tienes que dejar mal al resto de las mujeres, tienes un problema. Y si solo me ves graciosa a mí tienes un problema, porque no es así. Porque antes de nacer yo había muchísimas más mujeres más graciosas y más talentosas.