Carrie Fisher interpretó en Star Wars al personaje femenino más importante de la historia de la ciencia ficción. Hasta la llegada de Leia, las princesas esperaban en su castillo a ser rescatadas. Pero ella nos enseñó que una mujer puede liderar una rebelión contra la injusticia; que siempre queda esperanza. En la vida real, Carrie Fisher se enfrentó al alcoholismo, la depresión y el fracaso, enemigos más terribles que Darth Vader. Y los venció. La fuerza era poderosa en ella. Hasta siempre, princesa.