El Sevilla ganó 2-1 al Spartak Moscú y dio así un gran paso para estar en los octavos de la Liga de Campeones, en un partido sin brillo y con una segunda mitad más disputada al ofrecer los rusos una versión más ofensiva, con lo que el equipo español se desquitó del 5-1 encajado hace dos semanas en Moscú.

El Sevilla, que recupera la segunda plaza del grupo con siete puntos, dos más que el Spartak, fue superior en un primer tiempo en el que se adelantó con un tanto de cabeza del francés Lenglet, tras lo que marcó el 2-0 a los 60 minutos con un golazo del argentino Éver Banega, pero al final pasó apuros al reaccionar los rusos y ponerse con 2-1 a doce del final. Era un duelo crucial, pues ambos -que sólo estaban separados por un punto- se jugaban gran parte de su futuro en la ‘Champions’. Tras romper en la Copa y el sábado con el Leganés en Liga una racha de tres derrotas seguidas, el Sevilla tenía además la motivación extra de tomarse la revancha por el 5-1 encajado hace dos semanas en Moscú. El entrenador argentino Eduardo Berizzo mantuvo esta vez el bloque con las únicas novedades del meta Sergio Rico, del lateral argentino Gabriel Mercado y del extremo Manuel Agudo ‘Nolito’.

En los moscovitas, su técnico, Massimo Carrera, recuperó al final al lateral diestro Andrei Yéschenko, que superó su lesión, y confió su juego vertical y a la contra al holandés Promes, a Glushakov y al paraguayo Melgarejo, con el brasileño Luiz Adriano en punta. El conjunto español salió muy fuerte, con una presión muy alta, y esto impidió al Spartak jugar como le gusta, es decir, con el fútbol rápido y al contragolpe con el que le desarboló y goleó en Moscú. Con una gran intensidad, el control total del medio campo por la fuerza del francés N’Zonzi y del argentino Pizarro, y buenas subidas por las bandas, sobre todo de Nolito y Escudero por la izquierda, el Sevilla superó por completo al agazapado equipo ruso en los primeros 25 minutos, gozando de claras ocasiones para abrir el marcador.

La primera llegó a los tres minutos, pero el argentino Éver Banega disparó ligeramente desviado y, cuatro minutos después, también pudo marcar Nolito con un tiro que despejó el meta Aleksandr Sélijov. El dominio del Sevilla, con robos en zonas de peligro y un juego más elaborado que otras veces para abrir huecos en la zaga rusa, se materializó en el marcador cuando parecía que empezaba a atenuarse su empuje, a la media hora, cuando el central galo Clément Lenglet cabeceó con potencia un córner botado por Banega y logró el 1-0.

En la reanudación, el equipo moscovita trató de hacerse dueño del balón, pero el Sevilla volvió a marcar, gol obra de Banega. El Spartak se fue entonces arriba, y a un cuarto de hora del final Ben Yedder pudo ampliar la renta local, si bien su remate en el área lo sacó un defensor en la línea de gol. Esto espoleó a los rusos, que acortaron distancias en el 78 por medio del caboverdiano Zé Luis, aunque el marcador no se movio ya más.