Prosigue el sueño en Francia, convertida en una fiesta desde la victoria en el pasado Mundial, entregada a unos jugadores que, guiados por un brillante Mbappé, prolongaron la jarana ante Holanda (2-1) en su reencuentro con el público galo. El atacante de 19 años está decidido a dejar su huella en la selección y firmó una actuación cargada de ambición, que puso patas arriba la defensiva apuesta de Ronald Koeman. Abrió el marcador en el 14’ y, tras el empate logrado por Babel en el 67’ fue Giroud quien marcó en el 75’ cuando en las gradas se preparaba su sustitución por Dembelé, el público murmuraba su nombre y se disponía a firmar su undécimo partido sin marcar, demasiado para el 9 de la campeona del mundo.