Después del sufrido empate conseguido en Stamford Brigde ante el Chelsea, el Barça regresa a la competición doméstica donde necesita reencontrar sus buenas sensaciones, esta vez ante el Girona, seguramente el equipo revelación del curso, que jugará por primera vez en el Camp Nou.

Los de Ernesto Valverde han perdido frescura en el último mes, que ha coincidido con un carrusel de partidos en Liga y Copa del Rey, además del último de Champions en Londres.

El Barça, después de golear a la Real (2-4), en uno de sus desplazamientos históricamente más complicados del Campeonato, ha encadenado diez partidos desde el 17 de enero, en los que ha conseguido seis victorias, tres empates y una derrota (Espanyol en Copa).

La idea de Valverde es que su equipo recupere sus buenas sensaciones que le llevaron a escaparse al frente de laLiga -llegó a tener once puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid- y a clasificarse para la final de Copa.

Está pendiente el técnico del estado físico de Gerard Piqué, quien a pesar de jugar en el partido de la Champions, anda renqueante y ya se ha perdido algún encuentro liguero.

Todo apunta a que Valverde utilizará rotaciones y dará minutos a jugadores que no han tenido ocasión en los últimos partidos, bien por cuestiones de reglamento (Coutinho no puede jugar en Europa) o porque no ha contado con él, como Dembélé.

El rival de hoy, el Girona, es un equipo con mucha calidad, la revelación del curso y que ha puesto en serios problemas a equipos punteros.

La de hoy será la primera visita del Girona al Camp Nou, en un partido que los de Pablo Machín afrontan con la moral por las nubes y con la satisfacción de estar haciendo muy bien las cosas en la temporada de su debut en la máxima categoría del fútbol español.

La gran novedad en la alineación de Machín podría ser la presencia de Cristhian Stuani. El uruguayo, que en el partido de la primera vuelta en Montilivi (0-3) se quedó en el banquillo, atraviesa un excelente momento de forma y suma ya trece dianas, su mejor registro en Primera.