El El portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, envió un menaje esperanzador a los seguidores que acudieron a la Plaza de Cibeles para celebrar la decimotercera Liga de Campeones: «Gracias, chicos, y hasta el próximo año».

El portugués, que pretendió acaparar el protagonismo de la final de Kiev tras dejar entrever al final del partido su posible marcha del club blanco, emplazó «hasta el próximo año» a los aficionados que compartieron el festejo en el emblemático lugar para el madridismo.

Cristiano, que fue el más animado en este tramo de la celebración, no se apartó del micrófono. Dirigió alguno de los cánticos que realizó en la pasarela el plantel y gritó en varias ocasiones ‘campeones, campeones’.

Cuando la plantilla encaminaba la bajada de la pasarela para continuar con el recorrido establecido en el festejo, Cristiano Ronaldo volvió a tomar el micrófono y se mostró agradecido con los aficionados, a los que emplazó para la próxima temporada.

«Gracias y hasta el próximo año».La frase fue asumida por los seguidores del Real Madrid como un mensaje de optimismo respecto a la continuidad del portugués en el equipo de Zinedine Zidane y un giro en su actitud tras sus declaraciones después de la final ante el Liverpool, a pie de campo.

Cristinao besó el escudo del conjunto blanco que portaba en la camiseta con la que saltó al césped del estadio Santiago Bernabéu durante las celebraciones por la consecución de la decimotercera Liga de Campeones.

El jugador portugués, que 24 horas antes insinuó en unas declaraciones tras la final ante el Liverpool que podría dejar el club este verano, tuvo varios gestos que dan a indicar que seguirá en el club el próximo año.

Cristiano apareció con la bandera de Portugal envuelta en el cuello. Seguidamente fue levantando los dedos de una mano, de uno en uno y hasta cinco, en señal de las Ligas de Campeones que ha ganado. Finalmente, se besó el escudo del Real Madrid y se dirigió hasta el centro del campo, donde se reunió con el resto de compañeros.

El público empezó a corear su nombre y sus compañeros, sobre todo Luka Modric, con mucha fuerza, siguieron al público con un «Cristiano, Cristiano» que sonó en todo el estadio Santiago Bernabéu.

La fiesta en el Bernabéu terminó con Zidane manteado y con los clásicos fuegos artificiales que adornan casi todas las fiestas del Real Madrid.