Ni los 57 millones de euros declarados por el Barça, ni los 83 que calculó la fiscalía. El último contrato firmado entre el Barça y su exdelantero Neymar ascendió a 100 millones de euros. El documento, remitido por el Ministerio de Justicia brasileño al español, está firmado por el entonces presidente del club, Sandro Rosell, pero también por el actual presidente la entidad, Josep Maria Bartomeu, en su condición entonces de vicepresidente.

El fiscal no pide pena alguna para Bartomeu, aunque podría modificar su criterio cara a la celebración del juicio ante la nueva evidencia, informaron fuentes jurídicas. La causa ya ha concluido y está pendiente de que se fije una fecha para celebrar la vista oral, aunque fuentes jurídicas auguran que no podrá celebrarse antes del 2019 por el calendario con el que cuenta el Juzgado Central de lo Penal, al que le corresponde.

TEMOR AL MADRID / Los demás firmantes son el propio Neymar, su padre y la empresa familiar N&N Consultoria Esportiva e Empresarial. En él, el Barça «garantiza» a Neymar «que durante los próximos cinco años en que esté vinculado laboralmente como jugador del club percibirá directamente o a través de la sociedad que tenga cedida la explotación comercial de sus derechos de imagen el importe de 100 millones de euros».

El contrato dice, además, que «en caso de incorporación anticipada a la disciplina del FC Barcelona que implique el pago de transferencia al Santos, la totalidad de dicho importe será abonada por el Barcelona». Ante el temor de que Neymar fuera fichado por el Madrid antes de quedar libre del Santos, la adquisición se adelantó y el Barça acabó pagando 17 millones al club brasileño.

El documento remite a que todas las partes «harán sus mejores esfuerzos» para que la transferencia del jugador sea efectiva el 31 de agosto del 2013. Si para entonces no había un acuerdo entre el Barça y el Santos, este contrato quedaría sin efecto y se mantendría el del 15 de noviembre de 2011, cuando se firmó el preacuerdo por el que el jugador se comprometía con el club azulgrana cuando quedara liberado a cambio de 40 millones de euros. Este caso se abrió a raíz de una querella presentada por DIS, empresa propietaria del 40% de los derechos federativos del jugador cuando jugaba en el Santos. La fiscalía no acusa a Bartomeu, pero DIS pide para él cinco años de cárcel, la misma pena que para Neymar.

El fiscal José Perals pide dos años de cárcel y multa de 10 millones para el jugador, igual que a su padre. La mayor petición es para Rosell: cinco años de prisión por ese delito y otro de estafa.