El Atlético de Madrid ha expresado su repulsa por el apuñalamiento de un joven de 22 años en una calle próxima al estadio Wanda Metropolitano antes del partido frente al Sevilla y ha aclarado que ni agredido ni el agresor son socios del club rojiblanco.

«Lo primero y lo más importante es el estado de salud del joven, al que el club le desea una pronta recuperación», han señalado fuentes del Atlético, que censura a los que «utilizan el ambiente del fútbol para este tipo de hechos».

El Atlético también ha informado de que ni el agredido ni el agresor son socios del club rojiblanco -el primero no lo ha sido nunca y el segundo «fue expulsado en noviembre de 2001»-, al tiempo que ha explicado que la Policía le ha confirmado que ninguno de los dos iba a acudir al estadio a presenciar el partido y que el agredido no tiene vinculación con ningún grupo ultra.

El Atlético, a la vez, ha insistido en «su compromiso en la lucha contra la violencia». En ese sentido, la entidad ha recordado que desde hace años ha articulado «una serie de medidas que impiden incidentes dentro del estadio», ya fuera en el Vicente Calderón o el Wanda Metropolitano.,

La entidad madrileña ha implantado hace unos años una «serie de medidas para que los violentos no entren en los estadios», entre ellas la huella digital para acceder a la grada de animación y la actualización de la foto de cada aficionado en las oficinas de la entidad.

Antes del partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey entre el Atlético de Madrid y el Sevilla, un joven de 22 años resultó herido ayer de gravedad tras ser apuñalado en las proximidades de un bar donde suelen reunirse aficionados del equipo madrileño, cerca de la estación del metro de Las Musas.

Fue trasladado al hospital de La Paz donde fue operado de tres heridas por arma blanca en muslo, brazo y espalda, la última de carácter grave. El presunto agresor, ya detenido, Ignacio Racionero, pertenece a una facción del Frente Atlético.