McLaren cerró la quinta jornada de entrenamientos de pretemporada en el Circuito Barcelona-Cataluña sin apenas rodaje en la pista, con tres paradas (dos banderas rojas) y la sensación de no haber salido del maleficio de otros años.

El belga Vandoorne vivió un calvario porque su coche se paró por la mañana dos veces por un problema eléctrico y una vez más por la tarde, tras una «pérdida de presión hidráulica», como confirmó el equipo británico. La sensación de pánico se volvió a apoderar de McLaren, no tanto por los problemas que aparecen cada día, sino por la falta de rodaje del coche, que necesita kilómetros y no parar en el garaje más de lo necesario para llevar a cabo ajustes.

En la sesión de hoy participará el español Fernando Alonso, en la que se espera que el coche de la escudería de Woking pueda vivir una jornada sin contratiempos.