Fernando Alonso y McLaren-Renault se unen al grupo de cuatro equipos con posibilidades de ganar carreras en el Mundial de F-1, junto a Mercedes, Ferrari y Red Bull. Esa es la gran novedad de la temporada 2018 que arrancará el lunes, en Montmeló, con dos semanas de test, previos a la primera carrera. La cascada de presentaciones en los últimos días fotografía unos monoplazas cuya principal novedad es la incorporación de Halo, —el arco de seguridad para proteger al piloto— pero con pocas novedades, más allá del adelgazamiento general de la parte trasera en todos ellos.

Mercedes ha trabajado durante el invierno para mejorar su motor a pequeñas modificaciones en el reglamento —limitaciones en la quema de aceite, regulación de temperaturas de la mezcla, etc— encaminadas a frenar lo que los rivales consideraban trampas de la escudería anglo-alemana. Ferrari, en cambio, anuncia una nueva culata que no estará lista hasta iniciada la temporada con la que esperan hacer frente a la superioridad mostrada por los Mercedes a una vuelta, en clasificación, su principal arma durante la temporada pasada. Hasta ahora, McLaren ha utilizado un motor fabricado específicamente para ellos, ero ahora deben adaptarse al motor Renault que utiliza Red-Bull.