Si hay un guitarrista que ha revolucionado la escena, ese es Diego García. Desde que empezase en el conservatorio de Valencia a los seis años hasta convertirse en un referente a nivel mundial, ha pasado por todos los escalafones, y con buena nota. A los veinte años ya se estaba haciendo un hueco en la escena nacional, prueba de ello fue el premio como mejor instrumentista en el Certamen de Blues de sala Black Note. O los acompañamientos que hacía a artistas como Manolo Tena, Los Chunguitos o Andrés Calamaro. Todo esto hacía presagiar que tendría una gran carrera.

Su primer trabajo en solitario llego en el 2005 bajo el título Octopus, un disco que le trajo muy buenas críticas y aceptación de la industria. Tras tres años de duro trabajo, en el 2008 lanza al mercado Twangero, un disco que fue presentado de manera oficial en Madrid, Nueva York y Buenos Aires. Entre álbum y álbum, viaja a Estados Unidos, donde, junto con dos amigos, forma el grupo Diego García Trio, que graba y mezcla en un día lo que seria su tercer trabajo, Brooklyn Sesions.

Tras su aventura americana, en el 2013 vuelve con más fuerza que nunca. Sale al mercado su cuarto disco, Argentina Songback, con colaboraciones de Andrés Calamaro y Bunbury, entre otros, y se mete en la coproducción del disco de Diego El Cigala Romance de la Luna Tucumana. Ambos trabajos lo tuvieron girando por muchas salas y países, obteniendo el premio Latin Grammy en el 2013 por su trabajo en el disco de Diego El Cigala.

Después de su aventura con este intérprete, en el 2015 presenta Pachuco, un disco cargado de sonidos americanos mezclados con ritmos latinos, logrando una unión parecida a la de Santana o Ray Cooder. Y ahora presenta lo que es su mejor trabajo hasta la fecha, Electric Sunset. Un disco que ha sido grabado entre Madrid, Los Ángeles y Tucson en el que reúne sonidos de muchos lugares, pero con la rumba y el twang por bandera.

CÓRDOBA

SALA HANGAR

VIERNES 11

20.00 HORAS