LOrquesta de Córdoba se suma a la celebración de los 75 años de vida del Diario CÓRDOBA, decano de la prensa cordobesa: el próximo domingo por la mañana tendrá lugar en el Gran Teatro un concierto extraordinario para festejar la efeméride con un programa para las grandes ocasiones: el Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op.61 y la Sinfonía nº 5, en Do menor, Op. 67, ambas obras de Ludwig van Beethoven (Bonn 1770, Viena 1827). Dirigirá la orquesta su titular, Lorenzo Ramos, y como violín solista actuará el joven músico egabrense Carlos R. Martínez Arroyo.

El Concierto para violín de Beethoven, contemporáneo de la cuarta sinfonía y de los cuartetos Razumovsky, fue compuesto rápidamente en 1806, el año en que se retiró Fidelio de los escenarios y en el que el compositor se comprometió secretamente con Teresa von Brunswick, acontecimiento que parece haberle inspirado en esta obra, especialmente en el hermoso segundo movimiento.

Considerado largo tiempo como imposible de tocar, su extraordinaria celebridad actual ha ido labrándose a lo largo de los años. La orquesta raramente se opone al solista, sino que éste explicita el discurso orquestal reforzando su expresión, dando un protagonismo al violín concertante hasta entonces desconocido. Inmerso en parecido clima poético que su coetáneo concierto en sol para piano, la dulzura de las melodías, la densidad y colorido de la orquestación, la organización temática no exenta de originalidades, el latido permanente, la voluptuosidad de la música y la indiscutible belleza de la parte solista lo han colocado entre los predilectos del público y los solistas.

Bien podíamos conocer la quinta sinfonía de Beethoven como la cuarta, ya que el maestro de Bonn comenzó a escribirla inmediatamente después de la tercera -interrumpiendo su composición para intercalar la de la cuarta, que se anticipó a ésta en el estreno y la numeración-. Su carácter acentuadamente rítmico y tonal se deja escuchar desde el instante inicial: desde la repetición obsesiva de la célula inicial del Allegro con brio, un esquema que luego será sometido, en el conciso primer movimiento, a un tratamiento minucioso, tenso, de intensidad y precisión de líneas inigualadas que resonará aún en la dulce y serena horizontalidad de las variaciones del Andante con moto, en el sorprendente y aterrador Scherzo y en el luminoso Finale -que inicialmente había sido concebido como segundo movimiento de la Heroica-, la omnipresencia del tema del destino se desplaza entre la inestabilidad de las preguntas y la rotunda afirmación de las respuestas que pueblan nuestra memoria con sólo pensar en «la quinta», alimentado por los sólidos y violentos contrastes y por el trepidante impulso rítmico que la caracteriza.

De las nueve sinfonías de Beethoven, ésta es la que más se distingue por su cohesión organizativa y expresiva y justifica sin duda la extensión nunca desmentida de su audiencia.

CÓRDOBA

GRAN TEATRO

DOMINGO 11

12.45 HORAS