Pocos lugares tienen un nombre tan romántico y evocador como la aldea prieguense de Campo Nubes. A unos 15 kilómetros al norte de Priego de Córdoba, por la carretera A-333, se puede llegar a esta cortijada de la que se tienen pruebas documentales que existía al menos desde el siglo XVIII. En el Diccionario de Pascual Madoz, escrito a mediados del siglo XIX, se define como «una aldea de la provincia de Córdoba, partido judicial de Priego: está situada a ¼ de legua al norte de Zamoranos, de cuya jurisdicción pedánea depende». Su población era por entonces de 8 vecinos y 28 almas. En la actualidad, cuenta con 35 habitantes, y como el resto de aldeas de Priego, es un reducto de usos y costumbres tradicionales, amparo de artesanía y arquitectura popular, y de un modo de vida remansado y tranquilo.

Los orígenes de esta aldea está en relación con una importante vía de comunicación que la atraviesa de norte a sur, la colada del Camino Real de Córdoba a Granada, actual vía pecuaria; y surge al amparo de la torre atalaya medieval de El Morchón, a la que prestaremos especial atención.

Una actividad desarrollada en el entorno de esta aldea fue la explotación minera de almagra. Ramírez y las Casas-Deza decía, a mediados del siglo XIX, que las minas de hierro particularmente abundantes en Campo de Nubes, a legua y media de Priego, en el cerrito que nombran la Montijana, donde en la actualidad se pueden ver los restos de una antigua explotación minera. Y añadía el mismo autor: «al oeste y a poca distancia de Campo de Nubes hay un banco pequeño de lápiz encarnado de mejor calidad que el estrangero».

En el centro de la aldea se encuentra la ermita de la Inmaculada, de planta rectangular y muros de piedra. Fue construida en 1951, en el solar de otra anterior dedicada a la Santa Cruz. En su exterior destacan dos contrafuertes y un antiguo humilladero con la antigua cruz, cuya fiesta se celebra el 3 de mayo. Poseía hermandad, que organizaba función y procesión.

Cerca de la aldea, a un kilómetro por el acceso sur, en un talud de la carretera CO-7201, está el pequeño retablo rural de la Virgen de los Llanos o de la Virgencita, cobijada en una pequeña hornacina construida con piedra en el solar de una antigua cruz ya desaparecida. Está dedicada a la advocación de Lourdes, cuya imagen, una reproducción de pequeño tamaño hecha con cemento blanco, despierta gran devoción entre la población que le lleva flores todo el año. Se trata de dos montículos construidos a base de unir con cemento pequeños trozos irregulares de piedra caliza. En la cima de uno de ellos se enclava la hornacina, un hueco sobre el que se ha colocado una piedra plana a modo de dintel. Al lado del montículo de piedras en el que está enclavada la hornacina, hay otro con la misma altura y con una finalidad que presuponemos ornamental.

EL MORCHÓN

En el punto más elevado de un cerro de extraordinario emplazamiento estratégico que se extiende al norte de Campo Nubes, a 514 metros de altitud, se localiza el torreón del Morchón. Aunque presenta un amplio horizonte de visibilidad, no cuenta con importantes recursos naturales de defensa, a excepción de la zona noroeste por la que caen sus pendientes casi en talud sobre el curso del río Salado.

Este torreón lo podemos incluir dentro del grupo de las torres cilíndricas, macizas hasta los cinco o seis metros de altura, presentando una cámara en la parte superior cubierta muy probablemente por una bóveda construida por lajas o ladrillos por aproximación de hiladas, ya que a la altura de la hipotética techumbre y por el interior, se aprecian los arranques de la bóveda, y en el exterior sobresalen tres ménsulas que denotan la presencia del suelo de una planta, posiblemente a modo de matacán corrido. La torre del Morchón se eleva y consolida por el doble muro sur del recinto fortificado del mismo nombre, fechable en época romana y que debió de servirle de defensa. Debemos considerarla como una de las torres más insustituibles, pues desde ella se divisaban en la época otros puntos importantes como Alcaudete, Torre Alta, Torre del Espartal, Torre Alhama y Torre Morana, distando ésta unos 15 kilómetros.

Según Arjona Castro, el topónimo Almorchón sería un aumentativo de Almarcha (del árabe al-Mary), nombre que hace alusión a una población situada en vega o tierra baja. Ciertamente, esta torre se ubica en una zona más baja que el resto de torres del campo prieguense y junto a un cauce fluvial, como es el río Salado. Sin embargo, según Carmona Ávila, director del Museo Histórico de Priego de Córdoba, esta torre es de factura cristiana en virtud de sus características constructivas.