Un tramo del antiguo camino de Rute a Carcabuey discurre libre de asfalto, por el valle de la cabecera del arroyo Trujillo hasta un collado de 574 metros de altitud que marca el límite entre los términos municipales de Priego de Córdoba y Carcabuey. Al otro lado se desciende hasta la ermita de Los Villares, ya en territorio prieguense. Este tramo se integra en un recorrido más amplio, el sendero de pequeño recorrido PR-A-80 (Cabra- Sierra Horconera); y en un folleto editado por la Oficina de Turismo de Carcabuey aparece como la ruta senderista número 2, con el nombre de Carril de Campanillas, en alusión a la fuente de dicha denominación que se encuentra a mitad del trayecto, uno de los sitios y pagos de Carcabuey que se nombran en el Catastro de Ensenada, de mediados del siglo XVIII.

Esta ruta tiene cuatro kilómetros y la pendiente es tan solo del 3%, estimándose la duración de la misma en una hora y media. Hay que partir de la parte suroeste del pueblo, concretamente desde la calle San Isidro, que se continúa con la carretera CO-7211, de apenas un kilómetro, que desemboca a su vez en la carretera A-3226. Debemos cruzar esta última y continuar por el camino terrizo que se inicia al frente, llevando a nuestra izquierda el arroyo Trujillo, al que pronto se le une por la derecha el arroyo del Puerto, festoneado de chopos, que en otoño se tornan de un llamativo color amarillo. El arroyo del Puerto recoge el agua de la vertiente sur de la Sierra de Puerto Escaño, y el arroyo de Trujillo hace lo propio de la vertiente norte de la Sierra de los Pollos. Sus aguas van a parar al arroyo Morisco, afluente del Palancar.

El camino va por el fondo del valle, entre cultivos de membrillos y olivares, aunque los cerros cercanos, como el del Sastre y sobre todo el de Campanillas, se cubren de un apretado bosque mediterráneo.

El camino pasa entre ambos cerros, y allí mismo se localiza la fuente de Campanillas, que consiste en una pila de planta circular situada a ras del suelo, de unos dos metros de diámetro, en la que vierte un caño metálico incrustado en el extremo sureste. Probablemente este caño sea la terminación de una conducción de unas pocas decenas de metros. El desagüe de la fuente consiste en una teja incrustada en el pretil a modo de canalillo de rebaje. Un muro grueso de mampostería protege a la fuente de la escorrentía que circula por la cuneta anexa al camino. Este manantial constituye el drenaje principal del pequeño acuífero que forman las calizas y dolomías triásicas que afloran en el Cerro Campanillas.

El descenso por la otra vertiente, hasta llegar a Los Villares, en la carretera A-3226, nos regala buenas vistas de las sierras Horconera, Gallinera y de Los Pollos.