Y se hizo la luz. Las manos de María del Mar Castillo y Juan Manuel Cobacho, los elegidos este año para pulsar el botón, cumplieron con su cometido a la hora señalada y El Arenal se iluminó. Ella, del centro de mayores de Osario Romano, acompañada por su hija, enfundadas ambas en sendos mantones bordados por María del Mar, se deshizo en agradecimientos, encantada de haber tenido la oportunidad de vivir la inauguración de la feria en primera fila. Abrazado a su mujer, María, Juan Manuel, usuario del centro de Veredón de los Frailes de Villarrubia, temblaba emocionado después del encendido. «Le doy las gracias a la alcaldesa y a todos los mayores por este privilegio porque esto para mí va a ser una cosa inolvidable, salud a todos», llevaba escrito en un papel.

La alcaldesa, Isabel Ambrosio, y la concejala de Promoción de la Ciudad, Carmen González, vestidas de lunares para la ocasión, arroparon a los mayores rodeadas por el resto de concejales, que posaron sonrientes para la foto. El equipo de gobierno deseó a los cordobeses una buena semana de feria y animó a disfrutar de la fiesta. Detrás de ellos, personal de parques y jardines protagonizaba la tímida protesta de la noche. Aunque a primera hora de la mañana, viendo el enorme trajín de camiones y coches y las tareas de montaje que tenían lugar en El Arenal, parecía difícil que muchos llegaran a la meta con la caseta terminada, a las 00.00 horas, quizás porque de noche todos los gatos son pardos, las casetas lucían ya cargadas con sus abalorios y con las cocinas y barras dispuestas para trabajar toda la noche. Aunque también es verdad que hay casetas que se esmeran y lucen despampanantes desde el primer día y otras que parecen naves comerciales o grandes comedores escolares a pie de feria.

Un par de horas antes, Diego El Cigala hacía acto de aparición en La Axerquía en uno de los conciertos más esperados de la feria. El único que ocupará esta semana el mismo teatro al aire libre que en los años en que la feria se instalaba en el centro ofrecía un amplio programa de actuaciones. Los que acudieron a ver el directo del cantante, acompañado únicamente por un piano de cola y Jaime Calabuch, tuvieron la oportunidad de disfrutar después de los fuegos artificiales y acercarse a la Caseta Municipal para escuchar a Los Aslándticos. Ellos fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida al ciclo de conciertos que ofrecerá este espacio durante los próximos días y no defraudaron al público, entregados como siempre a la misión de montar la fiesta allá donde les den un micrófono. Cuando el cielo se llenó de colores y el recinto ferial acabó de encenderse por completo, muchos menores, los más impacientes por hacer uso de las atracciones infantiles, llevaban varias horas en el recinto ferial. «Mis hijas llevan semanas esperando este momento, así que nos hemos venido antes para que se monten en los cacharritos y así poder irnos cuando veamos los fuegos, que yo me he levantado muy temprano esta mañana», comentaba Ricardo en la portada ante la sonrisa resignada de su mujer y sus niñas. En las tómbolas y demás puestos de suerte, serpientes de colores esperaban dueño. Se ve que este año esas bichas de peluche serán el juguete de moda.

Mientras los jóvenes hacían botellón en el Balcón del Guadalquivir, el recinto seguía recibiendo legiones de cordobeses dispuestos a entregarse a la fiesta hasta altas horas de la madrugada al tiempo que los puestos de hamburguesas, churros se llenaban de comensales. Y eso que algunas de las casetas--chuletero, un clásico ya de la Feria de Córdoba, habían dado ya algún que otro turno de comidas antes incluso del alumbrado. «Me encantan las luces de este año, los abanicos de colores», comentaban un grupo de amigas mientras intercambiaban wassaps. En noche de temperatura agradable, los patios de las casetas mejor equipadas se convirtieron en lugar privilegiado para disfrutar del ambiente, con todo un fin de semana por delante. Entre Despacito y Despacito de Luis Fonsi, también hubo hueco para bailar sevillanas. Es lo bueno que tiene la feria, que «hay tiempo pa to». Y esto no ha hecho más que empezar. De todas formas, si van a pasar por la feria, recuerden los consejos de Facua, que recomienda estar atentos a las listas de precios que deben exhibir los que tienen venta al público antes de comprar algún producto, evitar aquellos en que las condiciones de limpieza sean dudosas y evitar las atracciones si no se está en perfectas condiciones de sobriedad.