El Museo Al Iksir, ubicado en el corazón histórico de la ciudad, concretamente en la calle Judíos, frente a La Casa Andalusí, abrió sus puertas ayer para dar a conocer la historia de la alquimia, una práctica espiritual de origen islámica, yacente en las ciencias andalusíes y considerada como precedente de la química.

Esta galería es la continuación del proyecto de recuperación y conservación de la memoria andalusí que Salma Al Farouki comenzó hace 30 años. Según la artífice de la obra, Salma Al Farouki, esta sabiduría trascendente «favorece el descubrimiento del origen divino del hombre, devolviéndole su salud física, mental y emocional».

Durante la inauguración se mostraron las dos salas de exposición, el Jardín, el Árbol de la vida, el método de saneamiento en la Rota, la sala de conferencias, el laboratorio, el observatorio astrológico y la biblioteca. El museo está decorado con una escenografía creativa y dinámica para introducir el origen trascendental de la alquimia al público.

Y es que esta sabiduría perenne surgió de las inquietudes de la sociedad andalusí, la cual «daba mucha importancia a la investigación científica», señaló la directora de la galería.

El recorrido culmina con la visita al Jardín, entendido como el lugar de máxima «apertura trascendental», ya que Al Farouki explicó que esta práctica se basa en «la búsqueda divina del hombre trasmutado hacia la vida eterna», porque «reconecta con la humanidad más profunda del hombre».