El que es andaluz se siente como tal todos los días del año. Pero ayer, día clave para defender este sentimiento autonómico a capa y espada, la ciudad de Córdoba llenó muchos rincones de su geografía con banderas blancas y verdes para mostrarse más andaluza que nunca.

El llevar una bandera de Andalucía o el cantar su himno son ya las costumbres más típicas para cumplir el 28 de febrero. Pero, como en todos los aspectos de la sociedad, la vida avanza y también sus costumbres. Desde la Juventud Obrera Cristiana de Córdoba organizaron una actividad más alternativa con motivo del Día de Andalucía. La jornada de celebración del pueblo andaluz contó con una marcha en bicicleta por diferentes barrios de la ciudad, que acabó con una convivencia de todos los participantes en el IES Grupo Cántico, donde la fiesta continuó, aparcando las dos ruedas, con un perol y actuaciones, todo organizado por este grupo joven.

El arroyo Bejarano también contó con su propia celebración, en esta ocasión organizada por la Acción Ecologista Guadalquivir, con una plantación de árboles familiar, donde los asistentes pudieron apadrinar y poner nombre y apellido a sus plantaciones. Villarrubia celebró su sentimiento andaluz con animaciones infantiles y la actuación de los coros Virgen del Carmen y Embrujo Cordobés. Además, el Centro Cívico Vallehermoso y la Asociación de Vecinos Poeta Rafael Alberti también contaron con sus celebraciones, en forma de bandera blanca y verde.