Un paso más ha dado el librero cordobés Javier Luque para que su hijo Antonio, que tiene parálisis cerebral, peregrine este año, junto a él y a otros acompañantes, al Rocío, con la hermandad de Córdoba, dentro del proyecto Discamino al Rocío. Como ya informó este diario, para este nuevo reto Antonio necesita una silla especial, con una sola rueda, llamada Joelette, indicada para el senderismo y que necesita ser portada por dos personas. «La silla, que ha venido desde Francia, ya está aquí, pero hay que abonar su alto coste y el alquiler de la caravana para hacer el Camino al Rocío. Para lograr fondos, se van a celebrar actos benéficos, pues esta particular silla, después de que sea usada por Antonio será donada a la Asociación Cordobesa de Parálisis Cerebral (Acpacys), para que la utilicen otras personas», apunta Javier Luque. El 24 de febrero, en la calle Sánchez Feria, número 2, junto a la iglesia de la Trinidad, a partir de las 13.00 horas, habrá un almuerzo solidario. Y el 17 de marzo, la hermandad del Rocío, en su sede de la calle Rubí, ha preparado una gala benéfica. «El coste de la silla ronda los 3.777 euros, y luego harían falta otros 2.950 euros para alquilar una autocaravana durante los 12 días de peregrinación. Se pueden hacer aportaciones, sujetas a desgravación fiscal, en la cuenta de Caixabank de Acpacys, que es la ES42 2100 4013 462200012221», añade Luque. Junto a Antonio y su padre irá a El Rocío también Gerardo Fernández, un joven sordociego que hizo en el 2012 con ellos el Camino de Santiago, dentro del proyecto Discamino.