Desde aquí arrancaba el Moralejo Segundo, calle que se denominó luego con el nombre del aguilarense Manuel Gutierrez Cámara, y desde 1984 lleva el de Vicente Núñez por haber vivido en ella el reconocido poeta. La restauración practicada en el último tercio del siglo XX devolvió a la fachada toda la belleza arquitectónica que atesora, resaltando la portada y dintel del balcón central, coronado por la escultura del apóstol que da nombre al lugar, todo ello realizado en piedra blanca.