Ayer nos levantamos con la desagradable noticia del fallecimiento de nuestro compañero y amigo Rafael Alba Arjona. El 5 de febrero se entristeció cambiando de color y expresando su dolor con una llovizna suave en forma de lágrima. Rafael Alba ha sido un luchador intachable, incansable y muy constante. Cofundador del centro de enseñanza Greguerías, y desde el primer momento hasta que la maldita enfermedad se lo permitió, dirigiendo esta casa del aprendizaje durante algo más de 25 años. Hablar de Greguerías será hablar de Rafael Alba siempre. Su dedicación, perseverancia y su saber hacer han sido recogidos por todos los jóvenes que un día decidieron venir a Greguerías a iniciar su periplo de aprendizaje. Trabajo, disciplina y respeto, los tres pilares que sustentaban la idea de aprendizaje que nuestro compañero predicaba y que todos hemos continuado. Un concepto de enseñanza que nuestro alumnado ha asumido y que le ha ayudado (y le sigue ayudando) como idea de aprendizaje y de vida.

Además de un excelente profesional ha sido un ser entrañable y fundamental en la vida de su familia. Con su mujer e inseparable compañera, Ángela, ha formado un tándem sobre el que han girado sus familias. Siempre dispuesto a ayudar, a colaborar, a escuchar..., ha dejado un hueco difícil de cubrir. Por ello, Rafael será inmortal. Su recuerdo estará siempre presente en la familia, compañeros, amigos y alumnos. Siempre habrá un momento donde recordar a un ser único, dejando unos cimientos fuertes que nos permitirán caminar cuando el viento sea favorable o la corriente nos quiera arrastrar. Gracias por todo, compañero, por todo lo que nos has enseñado y has aportado a esta gran familia que es Greguerías. SUS AMIGOS Y COMPAÑEROS