Un total de 150 trabajadoras del servicio municipal de ayuda a domicilio se concentraron ayer tarde en la puerta del Ayuntamiento de Córdoba para protestar por las actuales condiciones laborales y sociales en las que están realizando su trabajo. El detonante de esta protesta fue la agresión sufrida hace unos días por una trabajadora de ayuda a domicilio por un familiar del usuario cuando realizaba su trabajo. «Este tipo de agresiones se producen con relativa frecuencia y suelen ser los familiares del usuario. Es preciso que desde la Concejalía de Servicios Sociales se establezca un protocolo de actuación para evitarlos», afirmó ayer el presidente de la CTA, Francisco Moro. Según informó, se ha pedido al concejal de Servicios Sociales, Juan Hidalgo, que se confeccione el citado protocolo para que, entre otros asuntos, una coordinadora acuda a los domicilios e informe del trabajo que se va a realizar, que siempre será para atender al usuario y no para llevar a cabo tareas domésticas.