Pasadas las 10 de la mañana del 27 de septiembre del 2004 empezaban las obras de demolición de la residencia sanitaria Teniente Coronel Noreña. Finalizaba así una larga etapa en la que este edificio, que se empezó a construir en 1950 y que prestó atención sanitaria hasta 1984, dejaba atrás décadas de abandono. En 1990 se proyectó un plan para su rehabilitación, pero dicho estudio quedó aparcado, de forma que el inmueble se convirtió en un solar donde las ratas tenían su hogar y que se encontraba muy descuidado, lo que provocaba continuas quejas vecinales.

El 31 de octubre del 2002 el entonces concejal socialista en el Ayuntamiento José Mellado anunciaba la existencia de un pacto con el Servicio Andaluz de Salud para derribar el edificio y construir un nuevo centro de salud. Procórdoba se encargó de la descontaminación del suelo y retiró 100 metros cúbicos de amianto. A partir de ahí se produjo el acuerdo entre la Administración central, la Junta y el Ayuntamiento para el reparto del solar de la parcela de la antigua residencia sanitaria, que constaba de 19.700 metros cuadrados.

Para la Junta fueron 9.000 metros cuadrados para construir un centro de salud, más otros 6.325 destinados a reserva en previsión de futuras ampliaciones; la Tesorería General de la Seguridad Social asumía 2.450 metros para equipamiento administrativo; y el Ayuntamiento, 1.951, cuyo uso social tenía que decidir con los vecinos.

Sin embargo, lo único que ha visto la luz finalmente en dicha parcela es el centro de especialidades Carlos Castilla del Pino, que fue inaugurado el 3 de julio del 2013, unas modernas intalaciones a las que se trasladaron el centro de salud existente hasta entonces en el Parque Figueroa y las consultas y urgencias de Avenida de América, cerrando este último edificio. La sede de la Seguridad Social contemplada en el solar de Noreña no se construyó, tampoco edificio alguno municipal ni la proyectada Torre de la Junta, anunciada en el 2006 para trasladar algunas delegaciones de la Junta a Noreña, pero que la crisis dejó aparcada en un cajón.