Montoro vivió ayer uno de los momentos festivos con más arraigo de los últimos años: la tradicional suelta de la Diablilla. Esta tradición conmemora el triunfo del bien sobre el mal. A primera hora de la mañana la churrería Pepe Zanahoria e Hijo regaló churros y chocolate a todos los asistentes, posteriormente se celebró el concurso de dibujo sobre la Diablilla y a las doce en punto tuvo lugar la salida de este ser diabólico desde la torre de la iglesia de San Bartolomé para devorar a las personas que no llevaran colgada la medalla bendecida de los patronos de la localidad, San Bartolomé y Nuestra Señora del Rosario. La Diablilla recorrerá hasta el mediodía de hoy calles y plazas, para ser capturada a las doce en punto por San Bartolomé, como marca la tradición.

En medio de esta celebración, niños y mayores se refrescaban en los chorritos instalados en la plaza de España, mientras la alcaldesa, Ana María Romero, y la concejala de Fiestas, María Dolores Amo, entregaban los premios a los ganadores del concurso de dibujo. Posteriormente los vecinos se trasladaron hasta la calle Marín, donde se instaló una de las atracciones más llamativas: un tobogán acuático de 100 metros de largo desde el cual se lanzaban niños y adultos.

La fiesta continuó anoche con las actuaciones musicales y hoy miércoles será la misa y la procesión del patrón. Vecinos de Montoro y turistas llegados de diferentes puntos de la provincia se acercaron para conocer de primera mano una de las celebraciones más animadas del año.