Llevo todo el verano reptando por la zona fresquita de la Ribera y de noche quedo extasiada viendo la Mezquita iluminada por fuera. Es una joya encendida. Me relaja muchísimo. Lo que no entiendo es por qué todos los días de la semana se apaga a las dos de la madrugada y el domingo a las doce. Pregunto a quien corresponda, ¿no sería mejor restarle media hora diaria y añadírsela al domingo?