Ana Díaz, coordinadora del Instuto Andaluz de la Mujer (IAM), inauguró ayer unas jornadas formativas sobre violencia de género y drogodenpendencias. Esta iniciativa está diriga a profesionales de asociaciones y fundaciones, así como a personal de los centros provinciales y municipales de información a la mujer y es una muestra de la transversalidad que la Junta de Andalucía viene desarrollando en sus políticas. El objetivo principal es mejorar la atención e intervención multidisciplinar con victimas de la violencia de género que sufran algún tipo de adicción.

Según ha explicado Díaz «cualquier mujer puede sufrir violencia de género, pero la que tiene algún tipo de adicción sufre una victimización secundaria ante el sistema, que la desacredita y cuestiona». En estos casos la detección precoz resulta fundamental ya que en muchas ocasiones la adicción es la causa de la agresión. «Si bien hay más hombres con adicciones, las mujeres suelen usar menos los recursos para salir de dicha adicción, debido a que los propios roles de género hacen que ellas sean peor vistas que los hombres: madre drogadicta o alcohólica, por lo que se retraen a la hora de pedir ayuda». Además los prejuicios pueden poner en cuestión a una mujer adicta o en situación de exclusión social», ha señalado la coordinadora del IAM.

El Instituto Andaluz de la Mujer invirtió el año pasado 141.000 euros en subvenciones a entidades sin ánimo de lucro para la atención a mujeres en situación de riesgo de exclusión social