No falta, o no debería faltar, en ninguna mesa. Protagonista de refranes, mencionado en canciones, citado en la Biblia y, ahora también, símbolo de identidad del núcleo de población mellariense de Los Pánchez, que celebra, con carácter bianual, su Fiesta del Pan. Porque a veces lo que buscamos lo tenemos al lado, esta aldea --donde residen veinte habitantes-- se ha dado a conocer mediante la recuperación de una tradición tan sencilla como es la elaboración del pan en horno de leña. Ayer la realizó el maestro panadero José Joaquín Roldán y dejó encantadas a un buen número de personas que, además, disfrutaron con la degustación de migas y dulces y con las actuaciones del coro Aires Granjeños , de Rafa Galdón y de la bailaora Cristina de Felipe, de una exhibición ecuestre y en la verbena amenizada por Son de Caña . Y todo ello en una de las aldeas más bellas del término municipal, con más de cuarenta estands de artesanía distribuidos por sus calles, que muestran jabón, miel, garrapiñadas, cerámica, dulces... y sobre los que, de cuando en cuando, sobrevolaba el águila Harris, una de las catorce aves de Pasión y Arte. Lo hizo desde la misma inauguración, en la que la alcaldesa, Isabel Cabezas, agradeció el esfuerzo de los vecinos que, con edades superiores a los sesenta años, han luchado por mantener la fiesta. Y es que en Los Pánchez todo gira en torno al pan.