El dilema de la fábula de Iriarte, sobre el tipo de perros que perseguían a los conejos, y que acabó por ser una frase hecha ante discusiones que no llevan a ningún sitio, tuvo ayer su reproducción literal en el pleno de la Diputación, cuando José María Estepa (PP) aclaró a Francisco Sánchez (IU) que los perros de las rehalas no son galgos sino podencos.