Reptando, reptando, llegué al Jonás de Luis Celorio ante La Calahorra y vi cómo los paseantes no se acaban de creer que la escultura esté de espaldas al río. Por más que muchos cordobeses lo habían leído esta semana, han sido bastantes quienes han querido comprobarlo in situ , y ver cómo la obra, de quince toneladas de peso --que se dice pronto--, ha sido mal colocada. ¿Qué diría el recordado Hombre Río?