El cuarto encuentro de encajeras Villa de Torrecampo, celebrado con motivo del día de la mujer rural, reunió ayer sábado a 242 mujeres que estuvieron realizando la labor del encaje de bolillos, entretejiendo el hilo de las bovinas.

El ambiente en la caseta municipal fue magnífico, posibilitando la convivencia y la relación entre las participantes, provenientes, fundamentalmente, de localidades de las provincias de Ciudad Real y Córdoba.

El Ayuntamiento ofreció a las encajeras un desayuno con chocolate con churros y el alcalde, Francisco del Castillo les dio la bienvenida. El consistorio colaboró con la asociación de mujeres Las Adelfas, 33 de cuyas componentes participaron en el encuentro.

La secretaria de este colectivo de mujeres, María Lucía Fernández, explicó que comenzaron a realizar talleres y a partir de ahí «unas mujeres han enseñado la técnica a otras, sin cobrar nada».

La almohadilla llamada mundillo sujeta el tejido, clavado por alfileres. Las dos manos de las mujeres movían los bolillos e iban cruzando los hilos con una maestría y destreza que sorprendía al público asistente. Precisamente, el choque entre los palillos de madera, llamados bolillos, generaba un sonido singular.

La asociación Prasa ofreció una visita guiada por Torrecampo y al mediodía llegaba la comida de hermandad. Durante la jornada hubo seis puntos de venta del material para hacer este encaje, cuyo resultado ni siquiera la máquina de bordar ha superado.