Con la procesión del Resusitado, que salió de Santa Marina y estrenó un nuevo paso para el titular, tallado por el sevilano Antonio Ibáñez, los cofrades cordobeses despidieron la Semana Santa de 1995, un ciclo procesional que ha incluido importantes aportaciones patrimoniales y ha sido seguido por un elevado número de cordobeses y visitantes en la semana del año tradicionalmente más nutrida de turistas en nuestra capital.

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