Ayer no pude resistirme a curiosear por Miraflores para ver las tareas de montaje del mercado romano. Observé el despliegue de medios y me eché unas risas con los jubilados que pululaban por allí y comentaban el lapsus de los encargados de montar el circo, instalado en una plaza portátil. ¡Muy bonitos los pósters de gladiadores, pero se les ha olvidado quitar los carteles de toros!