Yo también disfruté del partido del sábado en El Arcángel entre el Córdoba y el Real Madrid. Es más, lo disfruté como una bichaca y rodeada de jugadores blanquiverdes en uno de los palcos VIP. Sabía que eran buenos futbolistas, pero ahora que llega el Carnaval podían también contratarlos como letristas después de escuchar su versión del himno del Córdoba. Eso sí que es / una chirigota.