El santuario de María Santísima de la Sierra, patrona de Cabra, vivió en el mediodía de ayer la 105 edición de la Romería de la Candelaria. Organizada por su Real Archicofradía, sirvió un año más para congregar, a pesar de las bajas temperaturas, a algunos fieles que como todos los años acudieron al santuario para participar en la primera romería del año y la más antigua de las que se celebran en el picacho. Esta comenzaba a eso de las doce con la procesión de la imagen del Divino Niño por los alrededores del santuario tras la bendición de las candelas y donde los asistentes tuvieron la ocasión, tras la celebración de la eucaristía que fue cantada por el coro de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles, de participar en el besamanos de la imagen del Divino Niño. También se hizo la ofrenda del aguinaldo y la rifa de todas las ofrendas de pichones, tortas, panes y roscas, entre otros.