Ayer se conmemoró el sexto aniversario del accidente nuclear de Fukushima, que dejó como secuela que toda una región de Japón, hogar de más de 200.000 personas, esté altamente contaminada de radiactividad y sea inhabitable, probablemente para siempre. Para conmemorar esta tragedia, la Asamblea Antinuclear de Córdoba solicitó al Ayuntamiento la plantación de seis ginkgos, un árbol oriental que es, junto al cerezo, muy representativo de la cultura japonesa. La propuesta de la Asamblea Antinuclear es hacer este año esta primera plantación de seis árboles, un ejemplar por cada año desde la fecha del accidente, y cada año sucesivo se seguirían plantando ejemplares de esta misma especie, formando así un bosque con un alto componente simbólico. El acto de plantación tuvo lugar en el parque de Miraflores (junto a la calle José Luis Villegas Zea) y al mismo asistieron, en representación del gobierno municipal, la teniente alcalde de Medio Ambiente e Infraestructuras del Ayuntamiento, Amparo Pernichi, y miembros de la Asamblea Antinuclear.