Un gesto, el despliegue en el balcón del Ayuntamiento de una pancarta que reivindica la voluntad de acoger de la ciudad, y muchas reuniones, así ha comenzado Valencia a prepararse para acoger en los próximos días a los 629 inmigrantes que están a bordo del Aquarius.

Se espera que dentro de tres o cuatro dias, a última hora del viernes o ya el sábado, lleguen al Puerto los tres barcos en los que se repartirán los migrantes, el fletado por las ONG SOS Mediterráneé y Médicos Sin Fronteras que los acoge actualmente y dos de la armada italiana. Aún no está decidido si atracarán en la zona de cruceros o en la de mercancias, es uno de los detalles que aún quedan por definir.

Después está previsto que se ponga en marcha una atención médica y humanitaria de urgencia. Por un lado para atender a los posibles enfermos y por otro para ofrecer ciertas atenciones mínimas a personas que llevan muchos días en condiciones muy duras. La Generalitat ha pedido a los responsables de las organizaciones no gubernamentales que han fletado el barco información sobre los perfiles de los inmigrantes y su situación para acelerar este proceso.

Una vez se lleve a cabo esta actuación de los agentes sanitarios, se pondrá en marcha el protocolo legal en el que participarán agentes de Aduanas, la Autoridad portuaria y la Delegación de Gobierno.

Se estima que en el Aquarius puede haber personas de cerca de veinte nacionalidades distintas, en su mayoría del África subsahariana a las que habrá que identificar y dar un estatus legal. La consellera valenciana de justicia Gabriela Bravo ha presidido una reunión con Pilar de la Oliva, presidenta del TSJCV, en la que se ha profundizado en este tema.

"Tienen derecho a una primera asistencia jurídica para que puedan saber, siempre asistidos por un intérprete, cuáles son sus derechos", ha explicado Bravo, que ha recordado que les ofrecerán una protección "integral" de sus derechos.

Será el ministerio del Interior el encargado de decidir quiénes de ellos se les puede conceder el asilo político, una figura restringida a unos casos específicos, y quiénes vayan a ser objeto de protección subsidiaria. También existe la posibilidad según la ley de extranjeria de conceder permisos "por razones humanitarias", un paraguas más amplio que evitaria su ingreso en los Centros de Internamiento de Extranjeros o su repatriación en el caso de que procedieran de países con los que exista convenio.

"Algunos seguramente podrán tener la condición de refugiados, otros no e Interior hará su trabajo con arreglo a las leyes españolas e internacionales", señaló la vicepresidenta del Gobierno español Carmen Calvo en declaraciones a Cuatro.

Una de las primeras cuestiones que las autoridades deberán abordar será la de los menores. Bravo explicó que "es competencia del Instituto de Medicina Legal de València la verificación de su edad". Las informaciones que existen es que hay 123 menores no acompañados y otros once que sí lo están.

Elvira Garrido, directora del instituto, ha confirmado que disponen de seis forenses especialistas para esta tarea aunque ha adelantado que necesitarán refuerzos de traductores y personal administrativo para completarla.

El Gobierno ha apuntado que ellos serán la prioridad y que la idea es que en la medida de lo posible se quedarán en València y que serán el resto los que más adelante sean redistribuidos entre las comunidades autónomas y ciudades que se han ofrecido a acogerlos, bajo la premisa de mantener unidos los núcleos fanmiliares.

En cualquier caso, antes habrá una primera acogida en la zona de la que se hará cargo Cruz Roja. "Los primeros momentos están bastante hilvanados porque Cruz Roja tiene experiencia en este tipo de emergencias", ha señalado Mónica Oltra, vicepresidenta del Consell. Ya han comenzado los preparativos de camas y alimentos.

En la tarde de este martes se ha reunido la comisión mixta que preside la Generalitat y en la que hay representantes de otras administraciones y de la sociedad civl para evaluar cuáles serán las necesidades, de qué recursos se disponen y establecer una hoja de ruta.

En este apartado, han sido muchas las organizaciones que han ofrecido su ayuda. "Tengo desde la Iglesia a los Boy Scouts que se manifiestan en este sentido", ha explicado Joan Ribó, alcalde de València, después de que en el balcón del consistorio se haya vuelto a desplegar la pancarta que ya se exhibió hace unos años y que reivindica a la capital como "ciudad refugio" y destaca su voluntad de acoger.

Tanto la Diputación de Valencia como la de Alicante han puesto a disposición de las autoridades autonómicas instalaciones de tamaño medio, como el complejo sociosanitario de Bétera, a unos treinta kilómetros de la capital, que podrían acoger durante un tiempo a decenas de personas. Igualmente municipios como Puçol, a escasos quince kilómetros del puerto, han preparado pequeños albergues para recibir a grupos más pequeños.