Los recién elegidos presidentes de la Comunitat Valenciana y Baleares, Ximo Puig y Francina Armengol, respectivamente, han coincidido este miércoles en la fórmula para combatir el independentismo catalán: diálogo y puentes tendidos.

Tras una reunión mantenida en la sede del Ejecutivo valenciano con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, Puig ha abogado por una relación de "respeto, sinceridad y de compartir proyectos" frente las ansias separatistas de los soberanistas, un objetivo que ha considerado "perjudicial" para los vínculos entre ambas autonomías.

Iceta ha manifestado, a cuenta de las "absurdas" declaraciones del 'conseller' de Justícia, Germà Gordó, sobre la "nación completa catalana", que es "muy difícil" pensar que la mejor manera de extender lazos con la Comunitat Valenciana "sea mediante la independencia". "El separatismo no endurece los vínculos, sino que sería lo peor que podría pasarles a los catalanes con respecto a las relaciones con otras autonomías y al conjunto de España".

Puig, por su parte, ha declarado que la posición del Gobierno autonómico es "clara" a favor "de la defensa y el interés general de los valencianos" pero también "a favor del diálogo y el respeto". Tras señalar que no se puede vivir "feliz en la confrontación" aunque hay "determinados partidos políticos que están muy a gusto", ha abogado por solucionar "los problemas de los ciudadanos" mediante "espacios de convivencia y conversación". El president de la Generalitat Valenciana ha insistido en que quiere que Catalunya "sea parte de España" y ha añadido: "Quienes han puesto un muro entre la autonomía valenciana y Catalumya no hemos sido nosotros".

El dirigente socialista también ha reivindicado la apuesta de su partido por un modelo federal y ha expresado su voluntad de "trabajar juntos en la reforma de la financiación" autonómica.

DEBATE "ESTÉRIL"

Por su parte, Armengol ha evitado comentar las declaraciones de Gordó para no "calentar un debate estéril" y las ha enmarcado en la precampaña electoral del 27-S. En cambio, la presidenta del Ejecutivo balear ha insistido en la necesidad de mayor diálogo para avanzar hacia una situación en la que Catalunya "se pueda sentir cómoda" en una España federal. A su juicio, la independencia no sería positiva para Catalunya ni para el conjunto de España.

La dirigente socialista ha defendido que el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, no ha sabido resolver las cuestiones territoriales, y ha criticado que ha "utilizado a Catalunya para conseguir votos en otras comunidades autónomas". "Catalunya está como una olla en ebullición, son complicados los discursos más pacíficos, el acuerdo y la concordia. Hay que tranquilizar las aguas", ha señalado Armengol, que ha insistido en la necesidad de dialogar y de tender puentes.

Igual que su homólogo valenciano, Armengol se ha mostrado a favor de un "frente común" junto a la Comunitat Valenciana y Catalunya para reivindicar una mejor financiación. Es una "obligación", ha subrayado.