El lehendakari del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu, ha dicho hoy que "la confirmación del desarme" es "un paso fundamental" en la desaparición de ETA, pero ha destacado que "el camino prosigue" hacia "una convivencia normalizada, ahora en un escenario mejor".

Urkullu ha valorado la entrega, esta mañana a las autoridades francesas, de la localización de ocho depósitos de armamento de ETA, en una comparecencia sin preguntas que ha ofrecido en la sede del ejecutivo autonómico en San Sebastián, junto al coordinador de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), Ram Manikkalingam.

El presidente vasco ha dedicado a las víctimas de la organización terrorista las primeras palabras de su solemne declaración, en la que ha considerado que "todas y cada una" de ellas son hoy "sujetos y partícipes principales de este logro democrático".

El portavoz del Gobierno de Euskadi, Josu Erkoreka, la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernádez, han estado presentes en la declaración del lehendakari, titulada "De la épica a la ética" y precedida de unas breves palabras de agradecimiento de Manikkalingam por "el apoyo" y "colaboración" a la labor de la CIV.

"La confirmación del desarme legal, definitivo y sin contrapartidas es un paso fundamental en el proceso de final ordenado de la violencia y de desaparición de ETA", ha señalado Urkullu, quien ha añadido que "el camino prosigue" pues "nada empieza ni termina hoy".

Ha apostado por "seguir trabajando por una convivencia normalizada, ahora en un escenario mejor" y ha asegurado que su Gobierno "dará continuidad al trabajo en favor de la paz de tantas personas, entidades e instituciones durante tantos años, mediante el nuevo Plan de Convivencia y Derechos Humanos".

"Tenemos un proyecto de futuro y de esperanza con un objetivo central -ha indicado-, el encuentro social, la aspiración de una convivencia normalizada", de manera que "el compromiso ético continúa".

El lehendakari ha subrayado que las armas de ETA han pasado "del territorio de la clandestinidad al de la legalidad", desarme que, a su juicio, "está exento de cualquier épica pero tiene un significado ético central" ya que "certifica definitivamente que ni una sola de las víctimas" de la banda terrorista "debió producirse nunca".

"Todas y cada una de las víctimas -ha destacado- son hoy sujetos y partícipes principales de este logro democrático de la sociedad, sus instituciones, la política y los derechos humanos".

Urkullu ha explicado que durante "las últimas semanas" el Gobierno Vaco "ha trabajado" para conseguir un desarme "viable, legal, unilateral, completo y sin contrapartidas", y ha dicho que para ello ha estado "en relación y comunicación" con el Gobierno español, las autoridades galas, el ejecutivo navarro y la Mancomunidad del País Vasco francés.

Ha mantenido además "coordinación" con el Parlamento Vaco, grupos políticos y agentes sociales, y con la CIV, ha informado el lehendakari, quien ha precisado que "ha sido necesario tejer con discreción una confluencia" entre todos ellos que "respondiese al valor histórico que este logro representa".

Ha destacado "la altura de miras" y la "colaboración" encontrada en "los gobiernos, instituciones y fuerzas políticas afectadas de una u otra manera en la gestión de este momento" y ha agradecido expresamente "los buenos oficios" de la CIV "en la canalización del desarme final de ETA".

Manikkalingam, en su intervención previa, ha agradecido también al lehendakari "todo el apoyo" brindado a la comisión internacional desde que inició su labor "hace seis años", así como a "todos los actores de la sociedad vasca que han colaborado" con ellos. "Hoy hemos dado un paso muy importante", ha concluido.