Ahora que Pedro Sánchez busca apoyos para su investidura como presidente del Gobierno, los colaboradores del líder socialista insisten en que en "cuatro días" se ha reunido con más sectores que Mariano Rajoy en "cuatro años". El secretario general del PSOE no solo se cita con los partidos con los que aspira a sumar, sino también con diversos colectivos (entre otros, culturales, educativos, sanitarios y ecologistas, con los que se ha comprometido a recuperar el Ministerio de Medio Ambiente) para dar a conocer su propuesta para llegar al Ejecutivo. Ayer mantuvo dos encuentros muy significativos. Sánchez recibió primero el apoyo de los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, para sumar con Ciudadanos y Podemos. Después, se reunió con los líderes de las patronales CEOE y Cepyme, que aseguraron no tener "miedo" a un Gobierno del que forme parte la fuerza de Pablo Iglesias.

"Hay 15 millones de personas que han votado cambio y los partidos deben ponerse de acuerdo", dijo el secretario general de UGT, Cándido Méndez, tras su reunión con Pedro Sánchez. Su homólogo en CCOO, Ignacio Fernández Toxo, se expresó en términos similares, ya que la repetición de elecciones, dijo, es un escenario "indeseable".

La dirección socialista otorga gran importancia a estos mensajes. Los sindicatos evitaron hablar de siglas para ese "acuerdo", pero la cifra de votantes mencionada por Méndez, 15 millones, es la que da la suma del PSOE, Podemos, sus satélites territoriales, Ciudadanos e IU. Es decir, la amalgama que buscan los socialistas, quienes también quieren el apoyo del PNV, partido con el que se reunieron ayer.

Las declaraciones de las centrales sindicales, señalan en la cúpula socialista, suponen un nuevo aval a su hoja de ruta, y sirven para empujar a Iglesias a sumarse a esta hipotética entente, pese a que el líder de Podemos ha dicho que no negociará con el PSOE hasta que este no abandone a Ciudadanos, partido que considera incompatible con su ideario.

Pero hay factores que invitan a pensar, según el PSOE, que esta actitud está en proceso de revisión. Iglesias intercambió varios mensajes con Sánchez el martes para que los diputados de Podemos fuesen recolocados en el Congreso (un objetivo que logró, ya que habían sido situados en el gallinero del hemiciclo), y ambos quedaron en hablar más a fondo próximamente. Fue un inicio de deshielo, al que se suma las alabanzas del partido morado al programa de gobierno propuesto por el PSOE, que acentúa su perfil de izquierdas.

"Aunque parece que esta vía está bloqueada, en breve no lo estará", señaló ayer miércoles el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, en referencia a las relaciones de Podemos con los socialistas. Domènech evitó fundamentar su optimismo, e insistió en que el referéndum en Cataluña sigue siendo una prioridad, pero también argumentó que la propuesta territorial del PSOE está hecha en términos tan "vagos" (se limita a comprometerse a "desarrollar el concepto de Estado federal") que permite "llegar muy lejos".

CUESTION CENTRAL Ese referéndum será una de las cuestiones centrales de dos citas, en principio más tensas, que Sánchez llevará a cabo el próximo martes. El líder socialista se reunirá en la Cámara baja con ERC y Democràcia i Llibertat, cuya abstención puede ser indispensable si el PSOE logra el apoyo de Podemos pero no de Ciudadanos. Aun así, la posición oficial sigue siendo que Sánchez no pedirá ningún apoyo al independentismo y que se limitará a trasladar que "no está de acuerdo" con sus planteamientos.

También Aitor Esteban, del PNV, dijo estar "por la labor de facilitar la gobernabilidad", si bien los nacionalistas vascos quieren un mayor compromiso de Sánchez con el "autogobierno" de Euskadi.

La dirección socialista, mientras tanto, aprobará hoy el reglamento de la consulta que efectuará a su militancia si finalmente hay un acuerdo de gobierno. La intención de Sánchez pasa, en principio, por celebrar el debate de investidura en la primera semana de marzo (necesitaría mayoría absoluta para llegar a la Moncloa en una primera votación, pero solo mayoría simple en una segunda, 48 horas después), así que la fecha que el PSOE baraja como más probable para celebrar este referéndum interno es el fin de semana del 27 y 28 de febrero.